
El partido del sábado recién pasado entre Colo-Colo femnino y Palestino dejó herido al Cacique. Pero el fútbol da revanchas y esta vez de manera casi inmediata. El equipo de Eduardo Míguez salió decidido a demostrar su calidad a la cancha uno de Quilín y lo empezó a demostrar de entrada. Colo-Colo dominaba el balón y el campo de juego. Paradas en terreno contrario no dejaban salir al equipo árabe.
Las albitas merecían abrir la cuenta. Los desbordes por izquierda de Villamayor y el toque fino de Banini mantenían el peligro permanente en el área de las tricolores. Gran primer tiempo de Geraldine Leyton que con pases profundos y muy bien ejecutados generaba ataques incisivos para el Cacique.
Con el partido de esta forma no cabía otra posibilidad más que el gol de nuestras muchachas. Y el gol llegó desde una pelota detenida. Un córner que peleó Colo-Colo por arriba, una serie de rebotes y el finiquito de Carla Guerrero. Sí, otra vez Carla Guerrero, como en la final del sábado, convencida en ataque, con la convicción de una líder.
Mereció más Colo-Colo en ese primer tiempo y la más clara la tuvo Francisca Lara que enfrentó mano a mano a la arquera de Palestino. Definió con potencia Pancha, pero adivinó Rojas y le ahogó el grito de gol. No importa, el segundo estaba reservado para el segundo tiempo.
Aunque Palestino salió a buscar el empate, sus jugadoras nunca fueron lo suficientemente lúcidas como para generar llegadas claras. Al contrario, Colo-Colo era el que aprovechaba los espacios y llevaba peligro hasta el área árabe. Peligro que terminó en gol cuando Claudia Soto remató desde media distancia esquinado y bajo, un golazo para dejar bien claras las diferencias. Diferencias que se volvieron aún más evidentes con el golazo de Ana Gutiérrez, tras una jugada colectiva de altísima calidad.
Colo-Colo ganó con justicia y demostró, una vez más, su jerarquía. Con este triunfo nuestras jugadoras clasifican a la Copa Libertadores, donde también buscarán una nueva revancha.